Impresiones y reflexiones

 

Cada centro es un mundo, y por supuesto también cada país. Nos da la impresión de que Francia invierte bastante dinero en educación. Hoy nos han comentado que este liceo tiene un presupuesto anual de unos 15 millones de euros. Evidentemente no podemos comparar, porque en nuestro instituto no sólo se imparte Formación Profesional, como aquí,  pero es cierto que la  equipación, materiales y instalaciones de que disponen son ingentes. Grandes talleres y laboratorios, herramientas de todo tipo, máquinas de última generación... Y todo ello unido a un gran número de profesores, a veces dos a la vez impartiendo clase en la misma aula, en una enseñanza colaborativa, y 10 profesores solamente para cubrir las ausencias de los profesores del centro. Eso es algo con lo que nosotros no podemos competir.

Por otra parte, el alumnado del centro es más autónomo que el nuestro (aunque es verdad que tenemos alumnos más jóvenes, aquí llegan con 14 o 15 años). Usan el móvil en las pausas, comen en el centro, y algunos tienen hasta dos horas de trayecto en autobús. Tienen un perfil diferente al de nuestros alumnos, pero apenas tienen problemas de disciplina. Su objetivo, que es el laboral, lo sienten muy cercano, y aprovechan el tiempo para obtener su título y poder acceder al mercado laboral. De todas formas, dado su horario y el tipo de enseñanzas que se imparten aquí, hay pocas tareas para casa y los exámenes son en muchos casos prácticos. Muy diferente de lo que hacemos nosotros.

Todos los profesores y personal no docente del centro están siendo muy amables. Nos muestran su trabajo con gran detalle y contestan con paciencia todas nuestras preguntas, que son muchas. La visita está siendo muy positiva y se están sentando las bases de lo que puede ser una colaboración a largo plazo entre nuestros dos centros.