Diversidad en la atención a la diversidad

 Uno de los aspectos que más ha llamado nuestra atención durante nuestra visita al instituto de Drawsko Pomorskie es el poco lugar que hay para la atención a la diversidad. Esto responde al hecho de que la integración no parece ser uno de los principios que rigen en el sistema educativo polaco.

Ni durante nuestra entrevista con los profesores locales, ni durante nuestra asistencia a las clases, se habla de integración, refuerzo, flexibilización… aspectos que forman parte de la naturaleza de nuestro modelo desde hace muchos años. Ante nuestro interés, se nos organiza una visita a las aulas donde se atiende a alumnos con discapacidad, que se encuentran en la planta baja del edificio. Resulta paradójico que, estando en el mismo edificio, se trate de una institución diferente y no compartan recursos, ni



Los grupos de educación especial no suelen superar los cuatro alumnos y se forman en función de su edad y dificultades. Las instalaciones son nuevas y agradables y los alumnos parecen contentos.

A la salida, la pregunta que surge ante nosotros es si estos alumnos están mejor en un aula ordinaria o en un aula específica. Seguro que, en tanto especialistas, sus profesores estarán más preparados que nosotros y la atención será más personalizada, pero ¿responde esa estructura a la organización del mundo real, ¿ayuda a su preparación para la vida en sociedad?, ¿contribuye a su visibilidad y, por tanto, a su aceptación?, ¿se puede aspirar a alguna forma de igualdad?



Salimos con la sensación de que nuestro sistema educativo respondió de forma clara hace mucho tiempo a esas preguntas: la inclusión, a través de la atención a la diversidad, como único medio para garantizar el derecho a la igualdad.




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